Está mañana he ido a la playa. He observado a la gente y me ha sorprendido ver que todas y todos se ponían la crema protectora solar en el mismo momento de tomar el sol.
Hay mucha información, pero veo que no se hace mucho caso.
Es importante cuidar la piel y tener un bronceado perfecto.
Ya no se lleva el moreno extremo de hace una década. Pero a todas nos sigue gustando una piel suavemente bronceada en verano. Te explico como conseguirlo sin que el sol te pase factura.
UNA PIEL BRONCEADA FAVORECE. Cómo la consigas puede que no sea tan favorecedor para la juventud y la salud de tu piel. Manchas, sequedad extrema, desarrollo de alergias, intolerancias o, en los casos extremos, melanomas, son la cruz de una moneda de dos caras. Los solares de última generación te permiten obtener un bronceado casi a la carta, personalizado y exclusivo, sea cual sea tu tipo de piel.
Elige el solar que mejor te va, en las etiquetas se indica la composición cualitativa de los filtros solares.
La crema se debe aplicar, como mínimo, media hora antes de la exposición solar y esperar a que penetre en la piel. La colonia no se debe poner nunca porque puede producir fotosensibilización en la piel.
LA TEXTURA ADECUADA. Hay diferentes fórmulas: crema, gel, emulsión, espuma, etc. Cuanto más graso sea el producto, mayor penetración, permanencia y filtración y menor necesidad de reaplicaciones.
Hay que repetir la aplicación de la crema en las tres siguientes ocasiones: después de dos horas tras la primera aplicación, al salir del agua y si has practicado deporte.
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