No
existe un único modelo de mujer. Todas
somos, por suerte, diferentes.
Hoy me gustaría hablar de las personas
reales. Debemos aceptarnos tal como somos, nos hacemos arreglitos, pero, lo mas
importante, aceptarse, quererse y cuidarse.
La gente le gusta poner etiquetas por ser de una forma, si
tienes títulos universitarios, si
tienes un trabajo u otro. Si eres guapa, si tienes buen tipo. Todos los días sales al ruedo a torear.
No renuncies a tu estilo, saca tu personalidad y fusiona
todos los imputs que te llegan, seguro te sentirás más confortable, cómoda y atractiva.
Estamos en la era de REINVENTAR, reinventa tu estilo,
deja que tu pensamiento vuele y se tu misma. No descuides tu imagen, pero se
fiel a tu estilo.
La línea que separa el retoque
puntual del "Enganche" a los tratamientos de estética es muy fina, y por eso los expertos ya hablan de una
nueva adicción " ESTETICOHÓLICOS". Descubrir si tu relación con la estética es sana o va camino de
ser una adicta es fácil o al menos te lo pondré fácil.
"
Desde muy pequeña, mi pasión eran las muñecas a las que podía llenar de glamour y mi imaginación volaba lejos en algún lugar lejano del pueblo en
el que vivía. Años más tarde recibí la posibilidad de someterme a tratamientos de estética, en mi 15 cumpleaños, por fin hice realidad mis
fantasías infantiles". Esto es
lo que me empujo con los años realizarme como un técnico de belleza y cosmetología, poder disfrutar en mi
persona y con los demás de todo lo que aprendía de estética y medicina estética. Lo cierto es que de ello he hecho mi estilo de vida y
también mi vida laboral.
EL BOTOX, LO QUE MÁS " ENGANCHA"
Un reciente estudio británico llego a la conclusión de que el 40% de quienes usan botox expresan un deseo
compulsivo de someterse a más intenciones. El botox lleva
a una mejoría rápida de la imagen, por eso quienes recurren a el se
convierten en adictos.
Las operaciones de estética ofrecen resultados
espectaculares de forma inmediata, mientras que los efectos adversos, si los
hay, se producen a medio-largo plazo.
ADICTAS A LA ESTÉTICA. Algunos especialistas ya
habla de una nueva patología que fundamentalmente afecta
a las mujeres. La alarma ha saltado entre los propios cirujanos plásticos, quienes afirma que en torno a un 40 por ciento de
los pacientes se operan para solucionar complejos causados por problemas
emocionales.
La obsesión por no envejecer se está convirtiendo en algo muy potente para algunas personas y
una moda que provoca que la mayor parte de la población este más pendiente de su físico que de aprender cosas interesantes como ser feliz. Es
más, reducen su sensación de felicidad al grado de
belleza ficticia percibida tras múltiples operaciones o retoques
a través de los cuales creen detener
el paso del tiempo.
PUEDES
SER ADICTA SI...
1.
Quieres
siempre más en lo que a tratamientos estéticos se requiere.
2.
Nunca
quedas satisfecha tras los retoques o intenciones realizadas.
3. Sientes
mucha ansiedad cuando los resultados de la intervención están empezando a remitir, por
ejemplo, en el caso del botox, o cuando el cirujano aconseja no seguir
sometiendo a más intervenciones.
4. Quieres
someterte a toda costa a complicadas operaciones a pesar de conocer los riesgos
para la salud.
5.
Experimentas
alteraciones en el estado de ánimo por no conseguir los
objetivos físicos tras seguir las recomendaciones
del cirujano.
6. Quieres
parecerte a alguien físicamente y le pides al
cirujano que copie los rasgos de esa persona.
7.
Basas
la valía personal sólo en el físico.
ADICCIÓN
O AFICIÓN
>> "Si ya has sido intervenida en
varias ocasiones, sobre todo en poco espacio de tiempo, insistes en
"perfeccionar" incluso viéndote bien, puede ser
sospechosa de adicción a la cirugía".
>> En el caso de los tratamientos
estéticos no invasivos (como el
botox), los indicios son menos evidentes, ya que "tienen un efecto
limitado en el tiempo y precisan de renovación periódica".
>> Cuando tras una operación, no te sientes satisfecha con el retoque o la intervención y quieres más. " La razón de esta demanda es que el problema no está en el físico, sino en la cabeza. Las personas
adictas a la estética no tienen freno, nunca
quedan contentas tras la intención.
>> Tras la negativa del cirujano
de seguir operando, llega la mentira,
comienzan a mentir para poder conseguir sus objetivos, por lo que acaba
teniendo un aspecto artificial que las convierte en alguien que se acaba
rechazando como sucede con muchos famosos.
>> Diréis hasta ahora solo hablas de
nosotras, pero, y ellos?
ELLOS TAMBIÉN
PERO MENOS
Aunque el problema afecta más a mujeres, ya se empiezan a
registrar casos de adicción masculina. "La proporción es de 1 hombre por cada 3 mujeres. Hay que tener en
cuenta que la presión mediática por estar bello y delgado aún sigue siendo enormemente mayor para el sexo femenino que
para los varones. También tengo que decir que los hombres
tienen una escasa variedad de técnicas a las que no pueden
optar.
>> El especialista se planta
Hay profesionales buenos profesionales que advierten de aquellos casos en los que los indicios de la adicción son muy evidentes y rechazan intervenciones, aunque seguro "es delicado aconsejar a un paciente, al que posiblemente ya conoces porque lo has operado previamente, de que no lo vas a tratar más y que lo que necesita es visitar a un psicólogo o a un psiquiatra".
Por eso es importante conocernos bien y dejarnos aconsejar por un buen especialista. Importante explicar y conocer nuestra personalidad, inseguridades, insatisfacciones, explicar como es nuestro ámbito social, tener nuestra autoestima alta y así seguro el especialista nos podrá ayudar.
LITERATURA
Cindy Jackson ostenta el último record Guinnes de ser la mujer que cuenta con más intervenciones de estética en todo el mundo: nada menos que 52. Su libro "Muñeca viviente"
>> Perfil de la mujer adicta.
1.- Mujeres de entre 18 y 25 años con algún complejo del tipo pecho pequeño, nariz prominente. Autoestima baja, pocas habilidades sociales para relacionarse con los demás a consecuencia del complejo.
2.- Mujeres de entre 35 y 50 años, que estén viviendo o han pasado una crisis vital; con un nivel de exigencias muy alto, un estilo de pensamiento rígido, muy perfeccionistas, generalmente muy competentes en su trabajo y con un nivel adquisitivo medio-alto.
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