Una de cada dos mujeres afirma tener la piel sensible, tienen especial sensibilidad a los cambios de temperatura, al sudor, a algunos productos cosméticos, y pueden presentar síntomas como: irritaciones, deshidratación, picores, rojeces, sensibilidad extrema, tirantez, etc.
La investigación y la ciencia buscan soluciones cada vez más efectivas para el cuidado del cutis.
Para empezar deberías saber que, por mucho que digan, no todas las cremas son iguales. Sólo las marcas de alta gama invierten tiempo y recursos en investigar nuevas soluciones para la piel.
Antes de lanzar una crema al mercado, las marcas realizan un estudio para identificar las necesidades específicas de la piel de las mujeres: ¿qué causa el envejecimiento de la piel? ¿en qué áreas son más evidentes los signos de la edad?
Una vez identificada la necesidad, los equipos de expertos se dedican a investigar y desarrollar fórmulas con los activos necesarios para lograr el objetivo deseado.
Luce un rostro sano y radiante, todas las mujeres somos diferentes y únicas, pero cuando hablamos de piel hay una constante en todas nosotras; la hidratación. Es la principal necesidad de la piel, y por ello necesitamos un tratamiento experto, porque no todas las hidratantes penetran en profundidad y dejan un acabado jugoso en la piel durante todo el día.
Por ello es necesario una hidratación superior, capaz de reabrir los canales naturales de la hidratación de la piel, utilizando previamente un serúm.
La pieles normales necesitan texturas fundentes y de rápida absorción combinada con ingredientes energizantes, tales como la Vitamina E, que ayuden a aportar el nivel de hidratación necesaria y una sensación de frescor duradera.
Las pieles secas y sensibles, necesitan un aporte extra de hidratación con cremas de texturas untuosas y fórmulas que permitan una acción nutritiva, calmante y anti-inflamatoria, a través de ingredientes naturales tales como la caléndula o el aceite de onagra, mosqueta.....
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